“ELOGIO DE UNA RESEÑA PERENNE, Y DE UN VERDADERO PARADIGMA PARA LA ABOGACIA”. 
Viernes, 12 de Diciembre del año 1980, la prensa escrita limeña, (entre muchas otras de ámbito nacional y local), a través del reconocido Diario de cobertura nacional: “LA CRONICA”, destacaban la pronta y esperada juramentación al cargo de Presidente de la Corte Superior de Justicia de Piura y Tumbes, del joven magistrado piurano, Vocal Superior titular; Dr. Rolando Ocaña Ramírez, electo a sus luminosos 39 años de edad, en mérito a su brillante capacidad profesional para impartir la verdadera justicia, cargo que fue disputado entre expertos y talentosos postulantes. Era el Presidente de una Corte Superior de Justicia más joven del país, sucediendo así, al recordado y eminente magistrado, y quien fuera su distinguido profesor en las aulas San Miguelinas, el Dr. Remigio Hernández Celeitter.Esta elección, fue digna de aplausos, plausible valga la palabra, tanto para la comunidad piurana, política y civil, como para destacadísimos magistrados, reales juristas, y rectos hombres de leyes, como los Doctores Armando Hoyos Vásquez, Luis Pizá Espinoza, Abel Romero Zevallos, Guillermo Monzón García, Samuel Avalo Vargas, Abraham Mejía Jiménez Aurelio Saavedra Cedano, Genaro Valeriano Baquedano, Daniel Peyrano Sánchez, y muchos otros, actualmente estos tres últimos; Fiscal Superior Decano del Ministerio Público de Piura, y Vocales Supremos de la Corte Suprema de Justicia de la República, el primero y los dos siguientes respectivamente.
El doctor Rolando Ocaña Ramírez, como se destacó en un artículo periodístico sobre el centenario de la Corte Superior de Justicia de Piura y Tumbes del mes de abril del año 1976, textuaba lo siguiente: “ES VOCAL TITULAR DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE PIURA. MAGISTRADO JOVEN Y DE DESTACADA PERSONALIDAD EN EL CLAUSTRO UNIVERSITARIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO, DONDE SE DISTINGUIÓ COMO UN TALENTOSO ESTUDIANTE, EN SU CORTO PERÍODO DE VIDA PROFESIONAL, EL SUPREMO HACEDOR LE HA SEÑALADO EL CAMINO DEL TRIUNFO. ES EL VOCAL SUPERIOR MAS JOVEN DEL PERU, CONTANDO EN LA ACTUALIDAD CON 35 AÑOS DE EDAD. INGRESÓ AL PODER JUDICIAL EN 1969 COMO RELATOR DE LA CORTE DE PIURA; EN 1972 FUE NOMBRADO JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA; LA SUPERIORIDAD, CONOCEDORA DE SUS VIRTUDES DE GRAN JURISTA, LE NOMBRAN VOCAL DEL MAS ALTO TRIBUNAL DE APELACIONES DEL DISTRITO JUDICIAL DE PIURA Y TUMBES, EL 17 DE FEBRERO DE 1976”.
Es así, como en una admirada y verdadera carrera judicial, en tan sólo once años, y al lado de fuertes contrincantes, logró abrirse paso, escalar y llegar al cargo máximo de la Corte Superior de Justicia de Piura y Tumbes, haciendo mención, a que dos años antes de su elección como Presidente de la Corte, a los 37 años, ya disputaba la presidencia en el año 1979, su juventud, fue pretexto para que se pensara que aún, no debía asumir tan importante cargo: Inteligencia, capacidad, humildad y sobre todo humanidad, despertaron en aquel entonces, la admiración en conocidos y desconocidos del joven Presidente de la Corte, y por supuesto, la envidia malsana y con expresa intención destructiva, en quienes a toda costa, desde el inicio de su gestión, buscaron y lograron detener tan admirable avance profesional, para lujo, de uno de los Poderes del Estado.
El Diario “P.M” del 30-05-81 de la ciudad de Lima, en su columna “UN ESPÍA EN LA CORTE” escrito por Gay Guz, sostenía lo siguiente. “EXTRAORDINARIA LABOR VIENE CUMPLIENDO EL DOCTOR ROLANDO OCAÑA RAMIREZ, COMO PRESIDENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE PIURA, PORQUE A SU JUVENTUD LO UNE UNA GRAN EXPERIENCIA EN EL QUEHACER JUDICIAL.
El día domingo 18 de enero del año 1981, el Frente de Abogados de Piura y Tumbes, en un pronunciamiento firmado el 16 de enero del mismo año, por los brillantes juristas, Luis Pizá Espinoza, Carlos Cárcamo Ladines y Guillermo Monzón García, HIZO PÚBLICO, A TRAVÉS DEL DIARIO “EL TIEMPO” DE PIURA, LO SIGUIENTE –(haciendo saber a los señores Abogados y ciudadanía en general, ante el pronunciamiento del Consejo Directivo del Colegio de Abogados de Piura y Tumbes, publicado en el mismo Diario y respecto a que el “Señor Presidente de la Corte Superior de Piura” Dr. Rolando Ocaña Ramírez, había expresado en su discurso del acto de apertura de año judicial 1981, que: “Algunos abogados, que en forma deliberada tratan de macular el honor de los jueces, pretenden erigirse alegremente en fiscalizadores de profundas irregularidades, de las que ellos, son en muchos casos, los odiosos pilares de este horrible fundamento”)¬ “Que los frentistas no nos sentimos aludidos, ni ofendidos, ni menos afrentados por esta expresión: el señor presidente de la corte; Dr Rolando Ocaña Ramírez, en su discurso de apertura de año judicial, manifestó entre otros conceptos, que son algunos abogados los que tratan de macular la dignidad de los jueces, “no dijo todos los abogados”, que proteste quien se sienta agraviado, que de otro lado, decir la verdad no es agraviar a nadie y mas bien corrige al que mal actúa. la línea de los frentistas no es justamente agraviar a nadie, sino defender el imperio de la ley y sobre todo la plasmación de la justicia, y mas bien consideremos que la posición del señor presidente de la corte, es valiente y honesta, al encarar el problema sin medias tintas, expresando lo que en su concepto esta errado, se sorprende el consejo directivo que sea la primera vez en sus 53 años, que algo se diga del colegio, o es que se piensa que toda la vida hipócritamente, debemos ser ensalzados en vez de recibir las necesarias críticas constructivas para enmendar rumbos y corregir errores, por lo tanto, exhortamos al doctor Rolando Ocaña, para que siga poniendo los puntos sobre la íes, con decisión y valentía, porque los únicos que estarán en su contra serán aquellos que sienten perder el terreno que no han ganado en justa lid”.
El diario “Correo” de Piura, el viernes 16 de enero el año 1981, en su columna “A BUEN ENTENDEDOR”, en su parte In Fine, refería, “todo esto tiene sus raíces, todo parece indicar que la tensión seguirá para rato, pero por otra parte, otros consideran, que estas discrepancias ayudan a eliminar cualquier tipo de compadrerías en la aplicación de la justicia, lo cual es positivo, y asimismo, respecto al comunicado emitido por “Ilustre Colegio de abogados de Piura y Tumbes” el doctor Ocaña Ramírez, preciso con exactitud y valentía, que este obedece al resentimiento que ha causado en algunos colegas, mi discurso pronunciado el día de la Apertura del año judicial de 1981, y que me alegra saber y comprobar, que aún existe una selección natural de valores que impulsa al hombre a ubicarse en el nivel moral que le dicta su propia conciencia, si dentro de la expresión del autor del comunicado, ha habido certeza, honradez e idoneidad, entonces cae dentro de lo que denuncié, porque no me referí a todos, sino a algunos abogados.
Como se recuerda, luego de su discurso de apertura del año judicial 1981, el doctor Rolando Ocaña Ramírez, fue largamente aplaudido, acto emotivo que reflejaba el sumo contento de tener como nuevo presidente, a un magistrado valiente, honesto, joven e inteligente, y que se encaminaba como segurísimo magistrado supremo.
El semanario “Kausachum” de Piura, del miércoles 3 de Junio de año 1981, Destacaba así: “FELIZMENTE EL PRESIDENTE DE LA CORTE, EL DR. OCAÑA RAMIREZ, CONTROLA A LOS JUECES Y ABOGADOS QUE SE PRESTAN A ESTAS FECHORÍAS”, esto se decía, en relación a que se sostenía que todo se arreglaba con dinero en la Corte Superior de Justicia de Piura, donde también existía una corrupción grande.
La revista “Diplomacia” del mes de Junio-Julio del año 1981, hacía referencia a gran alcance, del rápido y merecido ascenso al cargo más alto de la Administración de Justicia de la zona norte del país del doctor Rolando Ocaña Ramírez, precisando en una de sus primeras líneas: “El Dr Ocaña es piurano, natural de Canchaque, y que con este importante nombramiento, alcanza un sitial merecido en su destacada trayectoria”.
A la actualidad, han transcurrido más de 27 años, desde que lo detallado en los párrafos precedentes, tuvo su acontecimiento, sin embargo, pienso y creo como muchos de los que lo conocen, por la calidad profesional y humana, que demostró en su impresionante ascenso judicial, el doctor Rolando Ocaña Ramírez, con quien me une una inmortal y orgullosa filiación, forma parte del exclusivo círculo de “verdaderos paradigmas del ser humano, capaz, honesto, y humilde, virtudes que son insoslayables sinónimos del auténtico magistrado”, y que en su sangre y en su honor, llevará por siempre, para ejemplo y admiración, de los que perteneciendo y no perteneciendo al Poder Judicial, desconocen aún, la real magnitud, de cómo ser un buen hombre de leyes dentro y fuera del Poder Judicial”.
El jurista, Eduardo Couture, prologando la magistral obra “Elogio de los jueces” del gran Piero Calamandrei, acentuó, que Calamandrei, “hizo no sólo el elogio de los jueces escrito por un abogado, sino el elogio de los abogados escrito por uno de sus pares”
A manera de conclusión, cabe destacar valiosas palabras, que el doctor Rolando Ocaña Ramírez en su discurso de Apertura del año judicial 1981, manifestó: “Tratar a hombres iguales, en circunstancias iguales, de modo igual”, es el primero y más importante de los mandamientos de la justicia. Yo personalmente, considero que para hacer y conseguir justicia, es preciso despojarse de falsas posturas puritanas, que a la postre resultan desdorosas cuando se trata de aplicarla sin sentido humano; pues la justicia para sedimentarse, necesita nutrirse siempre, no sólo de sabiduría y honestidad de los llamados a otorgarle; sino sobre todo del buen tino y calor humano que estos impriman en sus decisiones judiciales”, finalizando su discurso con las palabras del filósofo Platón: “ El lugar que ocupas como ciudadano en la vida social, te ha sido señalado desde arriba”, BIEN RECIBIDO SEA.
He procurado mediante esta reseña, apartándome de la exageración llevada por la emoción filial, y en base a documentos sustentatorios, hacer eco de un infinito y merecido reconocimiento, personal y amical, desde lo más recóndito de mi ser inmortal, a mi padre, el doctor: Rolando Ocaña Ramírez, quien a la fecha con cuarenta y un años de abogado, y con la mirada divina e infalible del sublime y perfecto maestro, me acompaña con sus sabias enseñanzas, agradeciendo asimismo, a aquellos que como yo, iluminaron sus esperanzas de alegría, cuando decidió solicitar su merecido retorno a la carrera judicial, no sólo Superior, sino Suprema como le correspondía.
Ínclita carrera judicial, truncada por la envidia y la maldad de la pretérita y vigente mediocridad, enclavada dentro y fuera del Poder Judicial. 
Debiendo agradecer profundamente entre tantos magistrados Supremos Superiores y abogados libres en actividad y retirados, al Presidente de la Corte Superior de Justicia de Piura. Dr. Luis Alberto Cevallos Vegas, Vocal Titular, Presidente de la Primera Sala Penal de Justicia de Piura, destacado magistrado, actual Jefe de la Odicma de Piura, quien en todo momento ha demostrado la admiración, emoción y amistad imperecedera, que lo une con mi amado padre. Todo se resume en esto: “El Abogado es un jurista, debe pues ser justo” Luis Jiménez de Asúa.
Ser humano, es muy sencillo y muy difícil a la vez.
Ser Humano, consiste en saber ser tan inteligentes, que se disimule la tontería de los demás, y en saber ser tan bueno, que se perdone la maldad ajena.
ARTÍCULO PUBLICADO A INICIOS DEL AÑO 2008, EN BASE A LOS DOCUMENTOS QUE SE VISUALIZAN, Y QUE USTED PUEDE AMPLIAR PARA LEER EL CONTENIDO, SACANDO SU PROPIA CONCLUSIÓN DE LO AQUÍ PLASMADO. EL DÍA SÁBADO 18-07-2009 A LA 1:05 PM: ROLANDO OCAÑA RAMÍREZ ABANDONARÍA SU CUERPO FÍSICO, TRES DÍAS DESPUÉS DE SU EXTRAÑA Y POÉTICA PREDICCIÓN (LEA: TRISTEZA Y DOLOR)
EX PRESIDENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE PIURA FUE DESPEDIDO CON HONORES MILITARES
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