MONSEÑOR MIGUEL JUSTINO RAMÍREZ ADRIANZEN
UN CONCISO EXTRACTO DE SU OBRA
"LA ATRAPADORA"
Sí, ya viene el Negro con el látigo cogido de los extremos levantado, se postra de rodillas ante Usías Juegos, les besa las manos y levantándose “no arranca de animar y hacer reir a todos y de bailar con las chinas-danzas; talaneador y quimbero da vueltas en derredor de ellas aleteándoles el pañuelo, que lleva junto al látigo, cual gállore a la gallínare, empeñándose ambos en gracioso, picaresco y enamoradizo contrapunto cumananero”.
“Paromítare bráncare…
“Paromítare bráncare…
¡Catay!
“Si tú me quiérere…
“Si tú me quiérere…
“Échamere ar áncare.
¡Velay!
“Cardito negro…
“Cardito negro…
¡Catay!
“¿Por qué me espinas
“¿Por qué me espinas
“ Con tu mirar?
¡Velay!
“Ovejítare bráncare…
“Ovejítare bráncare…
¡Catay!
“Dámere un besítore…
“Dámere un besítore…
“De tu boquítare
¡Velay!
“Clavelito negro…
“Clavelito negro…
¡Catay!
“Lo que me pides…
“Lo que me pides…
“No te he de dar.
¡Velay!
“Mi amare Arcárdere…
“Mi amare Arcárdere…
¡Catay!
“Démere la mánore…
“Démere la mánore…
“De una lánzare.
¡Velay!
Señores juegos…
Señores juegos…
¡Catay!
Con negro feyo…
Con negro feyo…
¿Por qué casay?
¡Velay!
“Pañuelítore bráncore…
“Pañuelítore bráncore…
¡Catay!
“De que me sírvere…
“De que me sírvere…
“Si me has de ódiare.
¡Velay!
“Pañuelítore negro…
“Pañuelítore negro…
¡Catay!
No te mareyes…
No te mareyes…
Sal a bailar.
¡Velay!
¡Vívare ra fiéstare, señorere!
¡Y sígare er báirere, Paromítare!
